jueves, 13 de marzo de 2008

Nº 11. Del 10 al 16 de Marzo de 2008


nº 10

INTENCIONES MISAS.
Alfarrasí.





Lunes 10. Tercer Dolor de la Virgen. El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo. A las 19.30 Misa. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores.
Martes 11. Día Internacional de las Víctimas del Terrorismo. Cuarto Dolor de la Virgen. María se encuentra con Jesús camino del Calvario. A las 19.30 Misa por las víctimas del 11 M y del terrorismo. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores.
Miércoles 12. Quinto Dolor de la Virgen María. Jesús muere en la cruz. A las 19.30 Misa. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores.
Jueves 13. Sexto Dolor de la Virgen. María recibe el cuerpo de Jesús. A las 9 Misa a la V. de Fátima en acción de gracias. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores.
Viernes 14. Día de Abtinencia. Séptimo Dolor de la Virgen María. Jesús es colocado en el Sepulcro. N.S. de los Dolores. A las 19.30 en la Iglesia Parroquial Misa. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores. A las 22.30 en Albaida Celebración Arciprestal.
Sábado 15. A las 19.30 Misa en sufragio de José Requena y Joaquín Vidal.
Domingo 16. DOMINGO DE RAMOS. A las 11.30 Bendición de los Ramos y Misa por el pueblo. A las 19 Misa.
Misas en Montaverner: L (18), M (18), Mi (18), J (18), V (18), S (18 ), D (9 y 12.30)
Misas en Benisuera: Ma (16 rezo y misa), Mi (16 rezo y misa), J (16 rezo y misa), V (16 via crucis y misa) y D (10.30 bendición ramos y misa)

CONFESIONES: antes de misa, excepto cuando hay rezo.

Benissuera
Martes 11. A las 16 Rosario y misa por José Úbeda Castera.
Miércoles 12. A las 16 Rosario y misa por José Úbeda Castera.
Jueves 13. A las 16 Rosario y misa por José Úbeda Castera.
Viernes 14. Virgen de los Dolores. A las 16 Via Crucis y misa votiva de la Dolorosa. A las 22.30 Celebración Arciprestal en Albaida.
Domingo 16. A las 10.30 Bendición de los Ramos y Misa.

Misas Alfarrasí: L (19.30) – Ma (19.30) - Mi (19.30) – J (9) – V (19.30) – S (19.30) – D (11.30 y 19)
Misas en Montaverner: L (18), M (18), Mi (18), J (18), V (18), S (18), D (9 y 12.30)

Partió hacia la Casa del Padre:
El pasado 7 de Marzo falleció a la edad de 60 años nuestro hermano José Úbeda Castera. A las 18 horas de ese día el Padre Vicente Jorge, salesiano, presidió la misa funeral por su alma. Desde esta hoja nos unimos al dolor de su esposa e hija y elevamos la plegaria por él.



Montaverner.

Lunes 10. Tercer Dolor de la Virgen. El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo. A las 17.30 Santo Rosario. A las 18 Misa en sufragio de los difuntos de Ángeles Tortosa. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores de la Virgen María, en sufragio de los difuntos de Ángeles Tortosa.
Martes 11. Día Internacional de las Víctimas del Terrorismo. Cuarto Dolor de la Virgen. María se encuentra con Jesús camino del Calvario. A las 17.30 Santo Rosario. A las 18 misa por las víctimas del 11 M y del terrorismo. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores de la Virgen María, en sufragio de los difuntos de María García.
Miércoles 12. Quinto Dolor de la Virgen. Jesús muere en la cruz. A las 17.30 Santo Rosario. A las 18 Misa en sufragio de Conchín Fuster Tarrasó; Fernando Ferri Vidal; en sufragio de D. José María García Lahiguera; en acción de gracias. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores de la Virgen María, en sufragio de Vicente Tormo y Francisca Cerdá.
Jueves 13. Sexto Dolor de la Virgen. María recibe el cuerpo de Jesús. A las 17.30 Santo Rosario. A las 18 Misa en sufragio de los sacerdotes y religiosos/as difuntos vinculados a la Parroquia; Santiago Vañó y Amparo Vidal. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores de la Virgen María, en sufragio de Santiago Vañó y Amparo Vidal.
Viernes 14. Septimo Dolor de la Virgen. Jesús es colocado en el sepulcro. Nuestra Señora de los Dolores. A las 17.30, en la Iglesia Parroquial, Santo Rosario. A las 18 Misa en sufragio de los difuntos de las cofradías; Vicente Ferri, Dolores Tormo y Santiago Ferri Tormo. Al finalizar ejercicio de los Siete Dolores de la Virgen María, en sufragio del Rvdo. D. José María Tormo y Francisco Tortosa; Dolores Mezquita y Josefa Tormo Ferri. A las 22.30 Celebración Arciprestal en Albaida.
Sábado 15. A las 17.30 Santo Rosario. y confesiones. A las 18 Misa en sufragio de Estanislado Ferri Mollà; Bautista Ferri Tormo y Gonzala Mira; acción de gracias de una devota.
Domingo 16. DOMINGO DE RAMOS. A las 9 Misa en sufragio de Remedios y Pepita Mollà Martí. A las 12.30 En la Plaza Bendición de los Ramos y misa.

Misas Alfarrasí: L (19.30) – Ma (19.30) - Mi (19.30) – J (9) – V (En la Iglesia Parroquial, 19.30) – S (19.30) – D (11.30, bendición en la Plaza y 19)
Misas Benisuera: Vi (16, via crucis y misa) y D (10.30 bendición de Ramos y misa)
CONFESIONES: antes de misa, excepto cuando hay rezo.


El pasado 26 de Febrero Bibiano González García, a la edad de 86 años.
El día 27 de Febrero Carmen Quilis Úbeda, a la edad de 94 años.
Desde esta hoja parroquial elevamos nuestra plegaria al buen Dios por sus almas.




PINCELADAS.
Queridos amigos:
La pedagogía de la Cuaresma nos va acercando progresivamente al encuentro con Cristo Crucificado y Resucitado: en la soledad del desierto, la compañía de Moisés y Elías en el Tabor y los encuentros de Jesús con la Samaritana, el Ciego de Nacimiento y Lázaro.
Y con ellos la figura siempre sorprendente de María. A lo largo del Año Litúgico ella nos acompaña en sus múltiples advocaciones, siendo en este tiempo la Virgen Dolorosa el icono que preside la Semana V de Cuaresma.
Su origen se remonta al s.VIII, cuando los escritores eclesiásticos hablan de la compasión de la Virgen, es decir, la participación de María en los dolores de su Hijo. En el s. XII comenzó a celebrarse los Cinco Dolores de María, pasando más tarde a los Siete. De este modo fue difundiéndose por Europa la devoción que dio lugar al Septenario de la Virgen de los Dolores o Semana de Pasión. María se presenta en el umbral del Triduo Pascual como la compañera y modelo que nos ayuda a entrar en la profundidad de la Semana Santa. Ella se convierte en el mejor modelo a seguir y compañera en este camino, siguiendo los Siete Dolores.
Al contemplar a la Virgen Dolorosa descubrimos en ella a la mujer enraizada en la vida de cada día.
Así María no es una princesita de cuentos de hadas sino una mujer real. Ser la Madre de Dios no le llevó a estar eximida de problemas y dificultades, sino a sumergirse más en ellos y vivir en toda su intensidad la realidad de ser mujer, ser persona en un tiempo difícil, marcado por la ambición de los poderosos y la humillación de los débiles.
Así lo retrata la Madre Dolorosa. Ella engendró un Hijo como tantas madres y desde aquel momento, como todas las madres aprendió el sufrimiento más intenso e imperecedero que existe, el de la maternidad. Como todos los padres, el padre y la madre, vivió lo que significa tener un hijo, depositar toda la felicidad en la del propio hijo, sufrir desde el primer llanto por él, pasar malas noches al pie de la cama y sentir que la espada del dolor atraviesa el alma cada vez que el hijo o la hija sufre. Como todos los padres ella tuvo que ir de un lugar para otro, buscando salvar al hijo de sus entrañas. Es el camino de los padres, en más de una noche, de la casa al Centro de Salud y del Centro de Salud al Hospital, el camino del hijo al que la enfermedad, la fiebre, la infección, la rotura de un hueso,… persigue.
Como todos los padres aprendió que el hijo no es suyo, como siglos más tarde afirmaría el poeta libanés Khalil Gibran: “Vuestros hijos no son hijos vuestros. (…) Y aunque están en vosotros, no os pertencen. Podéis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos. Porque ellos tienen sus propios pensamientos. Podéis albergar sus cuerpos, pero no sus almas”.
María experimentó que el Hijo de sus entrañas no era suyo, pertenecía a Dios y a los demás y debía ocuparse de las cosas de su Padre antes que de ella misma. ¿No es ésta la experiencia de los padres? El hijo nace, se le ofrece en el hogar todo el amor y cuanto necesita para crecer y un día… prefiere a los amigos y días después, años… abandona el hogar para entregarse totalmente a la persona amada.
María, como madre, se desprendió de quien tanto amaba, para encontrarse de nuevo con él, cuando más le necesitaba, en el camino de la cruz. Porque el hijo y la hija abandona el hogar de los padres, encuentra trabajo, una persona a la que amar, engendra hijos o si es sacerdote abandona el pueblo para servir a otros o si es religioso/a deja atrás la familia para amar otra familia. Pero los padres siempre están ahí, en el camino de la cruz, en la dificultad, la enfermedad, la separación-divorcio, los fracasos, siempre aparece el padre y la madre, dispuesto a acoger al hijo o la hija.
María experimentó el dolor más terrible que un ser puede experimentar, la muerte del hijo. Ella se unió a ese momento tan terrible que los sacerdotes y todos vivimos cuando detrás del ataud, camina una madre y un padre totalmente desolados. Como, desgraciadamente, tantos, recibió el cuerpo muerto de un hijo y lo llevó a la sepultura, desde la esperanza en la resurrección.
Queridos amigos: la Virgen de los Dolores es la representación viva de la condición humana, ella nos presenta al ser humano que sufre y en ella contemplamos a tantos hombres y mujeres, padres y madres que cada día sienten en su corazón una espada atravesando el alma, depositando su confianza en Dios, el Dios-que-sufre-con-nosotros.
José



LA COLUMNA DE S. ANTONIO

Si, pues, ni siquiera toda la tierra equivale en valor al cielo, ciertamente el que entrega un poco tierra no debe jactarse ni apenarse; lo que abandona es prácticamente nada, aunque sea un hogar o una suma considerable de dinero de lo que se separa.
Demos además tener en cuenta que si no dejamos estas cosas por amor a la virtud, después tendremos que abandonarlas de todos modos y a menudo también, como nos recuerda el Eclesiástes, a personas a las que no hubiéramos querido antes. Entonces, ¿por qué hacer de la necesidad virtud y entregarla de modo que podamos heredar un reino por añadidura? Por eso, ninguno de nosotros tenga ni siquiera el deseo de poseer riquezas. ¿De qué nos sirve poseer lo que no podemos llevar con nosotros? ¿Por qué no poseer más bien aquellas cosas que podemos llevar con nosotros: prudencia, justicia, templanza, fortaleza, entendimiento, caridad, amor a los pobres, fe en Cristo, humildad, hospitalidad? Una vez que las poseamos, hallaremos que ellas van delante de nosotros, preparándonos la bienvenida en la tierra de los mansos.
S. Atanasio. Vida de San Antonio. Pg.28. Editorial Apostolado Mariano

LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA.

Primer dolor:
la profecía de Simeón.

Del Evangelio de San Lucas 2, 34-35.
Simeón los bendijo y dijo a María, la madre: Mira, éste está colocado de modo que todos en Israel o caigan o se levanten; será una bandera discutida y así quedarán patentes los pensamientos de todos. En cuanto a ti, una espada te atravesará.
Con la profecía de Simeón comenzaba la pasión de María. Aquel hijo iba a ser signo de contradicción y María lo acepta con fe.
Madre, enséñanos a aceptar los sufrimientos que conlleva en nuestro tiempo dar testimonio de tu hijo.

Segundo dolor:
la huída a Egipto.

Del Evangelio de San Mateo 2, 13
Un ángel del señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levantate, toma al niño y a la madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
María se une al destino de Cristo. Él será el no aceptado. No le quieren en Belén, en Nazaret ni en Jerusalén. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, dirá Juan.
Madre, enséñanos a aceptar con serenidad ser rechazados por ser católicos y mantenernos fieles a la Iglesia.

Tercer dolor:
el Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Del Evangelio de San Lucas 2, 49.
El replicó: ¿por qué me buscabais? No sabíais que yo tengo que estar en la casa de mi Padre.
A María no le fue fácil aceptar a Jesús, él siempre le sorprendió. Su fidelidad al Padre estuvo por encima del afecto filial a su madre, pero ella, mujer creyente lo guardaba todo en su interior, meditando y buscando en la oración respuesta a sus interrogantes.
Madre, enséñanos a aceptar a Jesucristo tal como es, no como lo imaginamos o nos gustaría que fuese, sino como Él es en los evangelios.
Cuarto dolor:
María se encuentra con Jesús camino del Calvario.
Del libro del Cantar de los Cantares 6, 1.
¿Adónde fue tu amado,
la más bella de todas las mujeres?
¿Adonde fue tu amado?
Queremos buscarlo contigo.
María sale en busca de su Hijo Amado y lo encuentra en el camino que conduce a la cruz. Ella, unida íntimamente a Cristo, recorre con él la Vía Dolorosa.
Madre, enséñanos a buscar a tu Hijo en los que sufren.

Quinto dolor:
Jesús muere en la cruz.
Del Evangelio de San Juan, 19,26-27
Jesús, viendo a su madre y al lado al discípulo predilecto, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre.
María al pie de la cruz experimenta el dolor más terrible que puede experimentar una mujer, la muerte de su hijo.
Madre, gracias por ser nuestra madre y estar siempre junto a nosotros, especialmente en los momentos de la enfermedad y el dolor.

Sexto dolor:
María recibe el cuerpo de Cristo.
Del Segundo Libro de los Macabeos 7, 20
Pero ninguno más admirable y digno de recuerdo que la madre. Viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza esperando en el Señor.
María, con gran entereza ofreció a su hijo al Padre. Dios se lo había dado y ella ahora le devolvía aquel hijo que con amor maternal abrazaba.
Madre, enséñanos a ser desprendido, como tú que te desprendiste de quien más amabas, tu Hijo Jesucristo.

Séptimo dolor:
Jesús es colocado en el Sepulcro.
Del Evangelio de San Juan 19, 40.
Tomaron el cadáver de Jesús y lo envolvieron en lienzos con perfumes, como es costumbre enterrar entre los judíos.
María lleva a la sepultura a su hijo. Todos lloran de pena. Han perdido la esperanza. Todo ha terminado. Todos menos la Hija de Sión, la Mujer Creyente, que espera el cumplimiento de la promesa, ella es la única que ha aceptado con fe, esperanza y amor el misterio pascual, sabe que Cristo resucitará al tercer día, porque ella es la madre que escucha la palabra de Jesús y la pone en práctica.
Madre, enséñanos a esperar siempre en el triunfo del bien, la verdad y el amor.

Oración.
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección.


NOTICIAS PARROQUIALES.

Alfarrasí.
Y llegó la esperada visita de los seminaristas.
Y comenzamos a las 11, del día 1 de Marzo en L’Ollería. Los seminaristas bajaron del autobús. Allí entre otros estaba Virgilio, quien fuera Presidente de Juniors m.d., ahora seminarista de primero y con él más de un junior. También con ellos D. Rafael, D. Javier y D. Juan Antonio. Evidente, el junior es el semillero de vocaciones sacerdotales de la diócesis.
Entramos en el Convento de las Agustinas Descalzas. Las tres monjas nos esperaban. Primero, saludamos al Señor y rezamos la Hora Intermedia. Después llegaron las presentaciones. Comenzó el Arcipreste D.Emilio, dando la bienvenida a los seminaristas y con pequeños trazos mostrándoles el arciprestazgo. Seguidamente los sacerdotes nos presentamos y describimos brevemente nuestras parroquias. El padre Francisco, capuchino también les dio la bienvenida y finalmente la Madre Práxedes, priora del Monasterio, les dirigió unas palabras y les anunció que durante esos dos días rezarían por esta visita.
Llegó el reparto. Con Juan de Alfarrasí y Jorge de Montaverner y quien os escribe nos desplazamos a nuestros pueblos. Después de visitar la Iglesia Parroquial de S. Juan y Santiago nos reunimos en el Centro. Allí les expliqué la parroquia. Tras presentar el horario, nos dirigimos a Alfarrasí. Después de mostrarles la Casa Abadía fueron presentados a las familias que les iban a acoger. En concreto John muchacho colombiano de Benetuser, Joan de Menorca, seminaristas del Menor y Pablo de Masalavés y Benjamín de Puerto Rico, el primero Seminarista del Mayor, el segundo está realizando los estudios en el Seminario de Moncada, a fin de ser ordenado sacerdote en su tierra. Además de ellos estuvieron en las parroquias a las que sirvo el Seminarista del Mayor Miguel Ángel de Torrent y los seminaristas del Menor, Francesc de Gata, Juanma de Burjassot, Juan de Valencia y Josep de Alzira.
Después de comer en este ambiente familiar, participaron de las actividades del junior, subiendo a la ermita y venerando nuestra querida imagen del Cristo de la Agonía. La tarde la pasaron preparando la misa.
A las siete de la tarde comenzó ésta. En la misa, como siempre, festiva y alegre, dos seminaristas dieron testimonio de su vocación, recibiendo la pañoleta los siguientes niños: Mari Cruz, Alba, Vicent, Celia, Azuén y Rafa.
Después de la misa los seminaristas del Mayor dieron testimonio a los novios que asistían a los Cursillos Prematrimoniales en el hogar.
Por la noche celebramos una cena en la que participaron los nueve seminaristas y los catequistas y monitores/as junior de los dos pueblos, aprovechando para pasear y charlar, en la “Creu” un buen rato, momento en el que los muchachos y muchachas les preguntaron por qué querían ser sacerdotes.
Y a las 10.30, los cuatro más Miguel Ángel asistieron a la misa en Benissuera. En ella tres niños de comunión renovaron las Promesas del Bautismo y dos seminaristas ofrecieron su testimonio. Rápidamente a Alfarrasí, donde participaron en la Misa de Niños y dieron testimonio de su vocación. Y sin perder un minuto a Montaverner. Última foto y a comer en Albaida. A las 16 horas partían hacia los seminarios de Xativa y Moncada.
Atrás quedaba para ellos, para las familias de acogida, para vosotros, los miembros de la comunidad parroquial y para este cura rural, una experiencia singular, emotiva y que quedará siempre en el recuerdo.
¿A caso no es impresionante que estos muchachos sean capaces de decir a los que tiene su edad que quieren ser sacerdotes? El Seminario tiene su raíz en la parroquia, quien a través del junior, la catequesis, los movimientos, las familias, aporta los seminaristas y tiene su meta en la parroquia, pues se preparan para ser sacerdotes a vuestro servicio. Por eso es tan importante vuestra oración y como bien afirmó uno de ellos, Pablo, “es como una carretera, todos quieren que pase por su pueblo, pero ninguno por su campo”. Todos queremos que en nuestro pueblo haya sacerdote. Ojalá quien os escribe pueda asistir en los próximos años a una Primera Misa en Alfarrasí.
Finalmente deseo agradecer a los rectores habernos ofrecido por un fin de semana los seminaristas, a ellos por su testimonio, sencillez y cordialidad, a vosotros por la acogida, pero de manera muy especial a Lolita y Ramón, Federico e Isabel, Vicen y Mª Elisa, Salvador y Mª Adela, así como a sus respectivos hijos, quienes, escuchando la petición del párroco, abristeis vuestros hogares, ofreciéndoles lo que seguro nunca olvidan, el afecto y acogida. Sin vosotros hubiese sido imposible y esto y tantos gestos que durante los tres años y medio que estoy aquí habéis realizado es impagable. Os confieso que me lleva a seguir cada día con más ilusión trabajando con vosotros y para vosotros. Lo manifesté en las misas y no me cansaré de decirlo. La vocación del sacerdote tiene sus dos recompensas, la presencia de Cristo y vosotros.

BENISSUERA

La verdad es que el fin de semana anterior fue especial para todos nosotros, pues recibimos la visita de los seminaristas del Menor y del Mayor (1º-4º).
Todo comenzó el sábado. A las 11 nos reunimos en el Monasterio de las Agustinas Descalzas de L’Ollería. Allí nos acogieron las tres monjas que mantienen viva la vida contemplativa en este pueblo. Después de rezar el arcipreste D. Emilio presentó el arciprestazgo y a continuación los sacerdotes describimos nuestras parroquias. Concluyeron el padre Francisco, capuchino y la madre Práxedes, superiora del Monasterio. Seguidamente nos trasladamos a los pueblos. Los seminaristas destinados a Benissuera, Alfarrasí y Montaverner nos reunimos en éste último pueblo. Tras las presentaciones Miguel Ángel de Torrent (seminarista mayor), Francesc de Gata, Juanma de Burjassot, Juan de Valencia y Josep de Alzira (seminaristas del menor) se fueron con las familias de Montaverner que les acogían. Pablo de Massalavés, Benjamín de Puerto Rico (seminaristas del Mayor), Joan de Menorca y John Esteban de Benetusser (seminaristas del Menor) a Alfarrasí. La tarde la pasaron con los juniors, dando testimonio en las misas y cenando en Alfarrasí con ellos.
Al día siguiente emprendimos las misas. A las 9 los de Montaverner ya estaban dispuestos a ayudar en el servicio del altar y ofreciendo su testimonio. Y a las 10 a Benissuera. Aquí nos esperabais y aquí llegamos Miguel Ángel, Joan, John Esteban, Pablo y Benjamín.
Aprovechando su presencia y la de los niños de comunión, con una iglesia llena celebramos la misa de la renovación de las promesas bautismales. En ella participaron Pablo, Carles y Cesar, quienes ante la comunidad dijeron sí a Dios, recibiendo como gesto el agua y la luz. También los seminaristas dieron testimonio de su vocación.
Y a Alfarrasí, Montaverner,… concluyendo en Albaida, a las 16 horas, después de la comida.
A todos los que colaborastéis muchas gracias, y como no, a los seminaristas que nos ofrecieron su testimonio. Ya lo decimos los valencianos “canteret nou, aigua fresqueta” y eso fueron para todos, para vosotros por descubrir como la Iglesia sigue viva, con más o menos vocaciones, pero con jóvenes dispuestos a decir a otros muchachos y muchachas, a las parroquias, que quieren ser sacerdotes y que para ellos es lo más grande que les ha pasado. Para el párroco, porque siempre anima revivir los primeros años de vocación y recordar aquellos seis cursos en el seminario.
Si bien las circunstancias a nivel local, fallecimiento de una persona muy querida por todos, y nacional, atentado terrorista, marcaron el día, nosotros celebramos el via crucis, teniendo presentes a los dos fallecidos.
En él participaron todos los sacerdotes del arciprestazgo, D. Emilio, arcipreste y párroco de L’Ollería, D. Javier de Atzeneta, Bufali y Carrícola, D. Juan José, de Albaida,Aljorf y Benissoda, D. Raul, de Otos, Bèlgida y El Palomar y quien os escribe, de Benissuera, Montaverner yAlfarrasí.
Con una gran asistencia recorrimos las calles, precedidos por la cruz arciprestal llevada por los niños del pueblo.
Al concluir un pequeño refrigerio, siguiendo la costumbre, concluyó el acto.
Desde esta hoja parroquial deseo agradecer al Ayuntamiento y pueblo de Benissuera cuanto hicisteis, a tantas personas que preparasteis la mistela y los dulces, adornasteis las estaciones, acogisteis a los que nos visitaban. Y como no a los niños que llevaron la cruz y que están ahí, siempre dispuestos a ayudar en las procesiones y en las celebraciones de la parroquia.


Montaverner

Y llegó la esperada visita de los seminaristas. Para quien os escribe el seminario cada año está más lejos, no sólo por la distancia física sino por el tiempo. Casí sin darme cuenta ya van 12 y pico desde que oficialmente el 27 de Mayo de 1995, con la ordenación sacerdotal, dejaba esta institución.
Y comenzamos a las 11, del día 1 de Marzo en L’Ollería. Los seminaristas bajaron del autobús. Allí entre otros estaba Virgilio, quien fuera Presidente de Juniors m.d., ahora seminarista de primero y con ellos D. Rafael, D. Javier y D. Juan Antonio.
Entramos en el Convento de las Agustinas Descalzas. Las tres monjas nos esperaban. Primero, saludamos al Señor y rezamos la Hora Intermedia. Después llegaron las presentaciones. Comenzó el Arcipreste D.Emilio, dando la bienvenida a los seminaristas y con pequeños trazos mostrándoles el arciprestazgo. Seguidamente los sacerdotes nos presentamos y describimos brevemente nuestras parroquias. El padre Francisco, capuchino también les dio la bienvenida y finalmente la Madre Práxedes, priora del Monasterio, les dirigió unas palabras y les anunció que durante esos dos días rezarían por esta visita.
Llegó el reparto. Con Juan de Alfarrasí y Jorge de Montaverner y quien os escribe nos desplazamos a nuestro pueblo. Aquí después de visitar la Iglesia Parroquial, nos reunimos en el Centro. Allí les expliqué la parroquia y a continuación Jorge y Antonio les dirigieron la palabra. Los de Alfarrasí marcharon al pueblo vecino y los de Montaverner se fueron a las casas que les acogían: Josep de Alzira y Juan de Valencia (Seminario Menor) con Antonio López y Clara Bellvis; Miguel Ángel de Torrent (Seminario Mayor) con Jorge Boluda y Carolina Bellvis y Francesc de Gata y Juanma de Burjasot (Seminario Menor) con Cecilio Fernández y Maribel López. Después de invitar a las familias mediante esta publicación y las misas, ellos, como siempre en tantas actividades, ofrecieron sus hogares. Además de ellos estuvieron en las parroquias a las que sirvo los seminaristas del Mayor Pablo de Masalavés y Benjamín de Puerto Rico y del Menor Joan de Menorca y Esteban, muchacho colombiano de Benetuser.
Después de comer en este ambiente familiar, participaron de las actividades del junior, colaborando con sus guitarras en el ensayo del coro y en la preparación de la misa.
A las seis de la tarde comenzó ésta. En la misa, como siempre, festiva y alegre, dos seminaristas dieron testimonio de su vocación, recibiendo la pañoleta el nuevo monitor Guillermo Bellvis Julià y los siguientes niños: Marc, Nacho, Jorge, Damián, Ferrán, María, Marina, Mª Isabel, Paula, Laura, Sergi y Guillermo, recibiéndola de sus monitores Alex, Paula y Vicent.
Concluida la misa, un buen grupo marchó a la eucaristía de Alfarrasí, donde asistieron a la imposición de pañoletas, mientras Miguel Ángel asistió a los cursillos prematrimoniales que dirigen Vicente y Maruja, Antonio y Clara. En él ofreció la charla Eugenio, de la Notaría de L’Ollería y con los dos seminaristas del Mayor dieron su testimonio a los novios.
Por la noche celebramos una cena en la que participaron los nueve seminaristas y los catequistas y monitores/as junior de los dos pueblos, aprovechando para pasear y charlar un buen rato, momento en el que los muchachos y muchachas les preguntaron por qué querían ser sacerdotes.
Y a las 9, los cinco estaban ahí. Bueno, a las 8.50, acompañados por las familias que les habían acogido. Unos ayudaron al sacerdote y otros dieron testimonio. Seguidamente Miguel Ángel acompañó al párroco en el rápido desayuno y emprendieron la ruta: Benissuera con la misa de la renovación de las promesas bautismales, Alfarrasí y Montaverner. Mientras Josep y Juan, Francesc y Antonio se fueron a desayunar con las familias, por un día, sus familias. Tiempo de descanso hasta las 11. A esa hora participaron de la catequesis, ofreciendo su testimonio. Encuentro con el coro y misa de 12.30. En ella también dirigieron sus palabras a los muchachos. Foto como en la tarde anterior y despedida.
Atrás quedaba para ellos, para las familias de acogida, para vosotros, los miembros de la comunidad parroquial y para este cura rural, una experiencia singular, emotiva y que quedarás siempre en el recuerdo.
¿A caso no es impresionante que estos muchachos sean capaces de decir a los que tiene su edad que quieren ser sacerdotes? El Seminario tiene su raíz en la parroquia, quien a través del junior, la catequesis, los movimientos, las familias, aporta los seminaristas y tiene su meta en la parroquia, pues se preparan para ser sacerdotes a vuestro servicio. Por eso es tan importante vuestra oración y como bien afirmó uno de ellos, “es como una carretera, todos quieren que pase por su pueblo, pero ninguno por su campo”. Todos queremos que en nuestro pueblo haya sacerdote.
Finalmente deseo agradecer a los rectores habernos ofrecido por un fin de semana los seminaristas, a ellos por su testimonio, sencillez y cordialidad, a vosotros por la acogida, pero de manera muy especial a Antonio y Clarita, Jorge y Carolina, Cecilio y Maribel, quienes, escuchando la petición del párroco, abristeis vuestros hogares, ofreciéndoles lo que seguro nunca olvidan, el afecto y acogida. Sin vosotros hubiese sido imposible y esto y tantos gestos que durante los tres años y medio que estoy aquí habéis realizado es impagable. Os confieso que me lleva a seguir cada día con más ilusión trabajando con vosotros y para vosotros.

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