La Semana Santa

Ante todo, amigos bloguers, disculpad el retraso en la publicación de la Hoja Parroquial.
Es sábado santo, una mañana de descanso en espera de la gran celebración anual, la Vigilia Pascual.
También una mañana para meditar y saborear lo vivido, que ha sido mucho, pues la pasión de Jesús siempre marca e invita a la oración.
Pero veamos.
Todo comenzó el Domingo de Ramos.
Por primera vez contaba con una gran ayuda, ni más ni menos que con D. Enrique Benavent, obispo auxiliar de Valencia. El año pasado se ofreció a sustituirme y así lo ha hecho.
En Benissuera presidió él los actos. Imagino que sería la primera vez en su centenaria historia en la que un obispo, un sucesor de los apóstoles, presidía esta celebración. Un día ideal, soleado y encima con tan ilustre visitante. También los niños de comunión participaron en la misa.
Mientras yo, aproveché para rezar laudes contemplando mi valle. Porque tengo la dicha de ser sacerdote en la Valle de Albaida. El Montcabrer, abrazado por su amada, la Mariola y el solitario señor Benicadell, el monte emblemático de mi comarca, se levantaban en alabanza al Creador. Mientras el río Albaida reposaba serenamente, vertiendo sus aguas a este lago artificial que constituye la Presa de Bellús. Su nivel ha aumentado y puede imaginar el lector la belleza del lugar. Desde el mirador en que se está convirtiendo la explanada situada entre el embalse y el pueblo, contemplando el agua, recordando aquel gran lago al que Jesús tanto amor tuvo, Getnesaret.
Rezadas los laudes, mientras mis feligreses celebraban la entrada de Jesús, a Alfarrasí.
Allí mucha asistencia y con los niños de Primera Comunión celebramos la misa. La Iglesia llenísima. Ellos leyeron la pasión, los personajes. Y bien. Después Montaverner y las actividades propias del domingo.
Lunes, Martes y S. José. Confesiones y misas, ah y el martes traslado de la Virgen de los Dolores, desde la Iglesia hasta la casa de la Hermana Mayor, en mi calle.
Y llegó el Jueves. Los juniors, como siempre, ahí animando. En Montaverner ellos prepararon la Misa de la Cena del Señor con sus cantos, animando la celebración. Además por la noche, Cecilio, uno de los monitores, "el alma del Centro", nos ofreció una Hora Santa original e impactante. En Alfarrasí los niños de comunión hicieron posible una de las celebraciones más entrañables. Ellos de nuevo fueron los protagonistas, participando activamente en la misa. Y a ellos, quien os escribe, tuvo el honor de lavarles los pies. Un acto bellísimo en el cual se expresa visualmente la identidad del sacerdote: llamado a ser Cristo en medio de la comunidad, sirve a sus hermanos como Cristo, se arrodilla ante ellos, lava y besa sus pies. Es el criado de la comunidad, como Cristo, Siervo del pueblo y por eso no tiene vergüenza en lavar los pies. Un acto simbólico y rico. Y los niños acompañaron a Jesús, el Jesús que un día recibirán en la Primera Comunión.
Después las monitoras y el monitor del junior, bueno, primero con gran alegría, saltos y gritos, mientras nuestro obispo bajaba del coche y se acercaba a la parroquia, salieron alegres, porque el Valencia va a la Final de la Copa del Rey. Motivo, mucho. ¡Como pasa el tiempo! Para ellos aquellos dulces años de la Copa, las finales de la Championes de París y Milán, la Liga, el Doblete (Liga y UEFA) es un recuerdo lejano, que apenas vivieron porque eran pequeños. Es su primera final.
Y bien, entre gritos y Amunt Valencia llegó el obispo y preparamos la Hora Santa. Ellas y él cantaron. Su primera Hora Santa y con un obispo, ni más ni menos!!! Después, según me cuentan, felicitaciones. Pues sí, porque se lo merecen y encima se esperaron a mí para rezar ante el Monumento una hora, con los power point de Cecilio y la proyecciónn de l'Agonía de Jesús de La Pasión. Oración y a dormir en Alfarrasí, cerca del Monumento. Mientras mis hermanos rezaban ante él, turnándose. Toda la noche allí, acompañado el Señor, recordando aquella larga y triste noche en Getsemaní.
Amanece, frío, aire, pero el sol en lo alto, sin nubes. A las 10 via crucis en Montaverner, subiendo la cuesta, por el camino que llega a la ermita, deteniéndose en cada estación y tomando como meditaciones las ofrecidas por la diócesis, adaptadas. Mucha gente, la verdad es que sí, pensemos que somos 1800 habitantes y no está mal la asistencia. Mientras los niños como cabrijuelas, subiendo por las laderas. Y de Montaverner a Benissuera. Allí dos niños y un buen grupo de feligreses, acompañados por el Alcalde y la Teniente Alcalde, rezamos el via crucis, recorriendo las calles de este bello pueblo. Meditación de las Siete Palabras, en Montaverner con power point incluido y en Alfarrasí con una buena asistencia y a esperar la tarde.
A las 6 en Benissuera, menos personas que el día anterior, donde superaron los 40, pero muy bien. Sencilla liturgia, austera, marcada por el silencio y la muerte de Cristo, con sus tres partes: Palabra de Dios, Cruz y Comunión. Mientras, en Montaverner, D. Enrique preside los oficios. Aprovecho para contemplar un momento la presa de Bellús desde un lugar privilegiado, el mirador de Sempere, un pueblo de 40 habitantes, situado junto a este lago, construido para frenar las abundantes aguas que lleva el Albaida, como bien pudimos presenciar el 12 de Octubre de 2007. Y a Alfarrasí. Los oficios y a Montaverner.
Por primera vez en sus 60 años de existencia, preside la procesión un obispo. D. Enrique Benavent. Al comienzo pocas personas, eso sí, los portadores y los jóvenes que llevan el Cristo, como hicieron el año pasado. ¡¡Muchas gracias muchachos!! Los jóvenes siempre sorprenden. Sólo hay que tener paciencia. Y 5 minutos para comer un poco el bocadillo de atún y aceitunas y a Alfarrasí.
Con un fuerte vendabal y llevando en el recuerdo a quien otros años llevaba la cruz y ahora se encuentra en el Cielo, emprendimos la subida a la ermita. Viento, frío y ganas, rezando las mismas estaciones que el via crucis del Papa. La ermita nos protegió del viento en las últimas de ellas.
Y así concluyeron estos días....
... seguiremos informando, porque hasta el momento, simplemente: INOLVIDABLES.